martes, 17 de marzo de 2009

Fenómeno de la Magdonalización.

“El problema del conocimiento de la naturaleza
no se puede disociar de la naturaleza del conocimiento”.

E. Morin

¡Compañera, aproveche estos veinte minutos de descanso que le quedan, ¿Por qué mientras comes corriges evaluaciones y cuadernos?, descanse compañera, descanse!
Mi saludo matutino a mi par académico Liliana Leyton.

Cuando llego, la veo a ella inclinada sobre evaluaciones y cuadernos. Faltando quince minutos para las siete de la mañana cada uno espera el timbre para ir al momento de reflexión. He llegado al colmo del descaro y decirle que por esos minutos que llega temprano no le pagan y que por favor los descanse. Cierto día llegó contando que tenía la hemoglobina baja. Todos la molestamos y estamos pendientes de que coma bien. Su papá le arregla el almuerzo, que es almuerzo del día anterior porque “que hartera almorzar en ese restaurante con tanta bulla, caro y a veces no hacen sopita” decimos todos. Relájese compañera, almuerce tranquila que esas muchachas no se van a matar porque llegue usted tarde, pero lo peor es que sí. Llega uno y algo ha pasado: la coordinadora vio el salón solo, a la Rectora le dio por ver al personal llegar a los salones, se perdió un celular, entre miles y miles de cosas que hacen este que este fenómeno “macdonálico” se arraigue en nuestras vidas.

A la hora del almuerzo, recuerdo algunas veces aquel evento del recipiente de tapa verde. Por cosas de la vida, de ese mundo social y compromiso de sujeto consciente de modelador del mundo de la vida, sujeto que “reconoce sus límites no para quedarse en ellos sino para superarlos”[1], he tomado tanto que he cambiado, pero sigo llevando el almuerzo, saco los minutos para degustarlo, aunque no falta el padre de familia que te necesita, que se asoma a la puerta de la sala de profesores y con un gesto te dice que le urge hablar contigo y que cuenta con poco tiempo, pues este fenómeno de la macdonalización, también le afecta, hasta el punto de no poder atender las citas de sus hijos en los momentos indicados, bueno, no creo que sea la única razón. Pienso ahora que puede ser la idea de que si estuviéramos en el restaurante, así traigamos el almuerzo, esa persona no se asomaría. Es el lugar el que condiciona las formas de actuar, formas que son adquiridas por aquello de los comportamientos innatos, por la genoteca social e individual. Pienso que tendría toda una explicación desde los comportamientos biológicos sociales, desde “un nuevo campo en las ciencias biológicas, el de las relaciones entre los seres vivos y los medios en que viven” (Haeckel 1886) [2] .

Cabe pensar ahora ¿cómo este fenómeno de la magdonalización está afectando el proceso educativo en Colombia? ¿Son conscientes los individuos de esta Comunidad Educativa de las consecuencias del mundo globalizante y sus efectos en el comportamiento social del individuo?

El primer paso para replantear y cambiar el curso de esta situación, es reconocer que está sucediendo y buscar alternativas de solución glocal que permitan en diferentes aspectos, un cambio, no de manera inmediata, sino gradual. Todo esto “permite un salto fundamental en la toma de conciencia y una verdadera emergencia conceptual que “integra y supera las nociones de medio, entorno y Umwelt” (Morin 1980:17).
[1] Tomado de: GARCÍA, Luz Elena, Doc. UCM 2004, Lecturas de Apoyo, Humanismo Semestre VII pág. 83
[2] http://descargas.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/35726842214793940722202/007322_2.pdf, pag.55

1 comentario:

A dijo...

antes escribiamos cartas de 4 cuartillas, ibamos al correo, las enviabamos y esperabamos respuesta, luego vino el email y pensamos 'no tengo tiempo para mandar un mail por el cumple de mi amiga' luego los mensajes de texto, peor no tenemos tiempo de escribir las palabras completas y Dcims k tngs 1 buen dia

Por cierto..DETESTO (ASI, EN MAYUSCULAS) macdonalds

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