martes, 17 de marzo de 2009

Cultura y sociedad desde el desarrollo del subdesarrollo, el metadesarrollo y la hominización.

Decadencia del metadesarrollo. Subdesarrollo moral, erótico-Social-Estético. Debilidad mental.

Aun recuerdo esa vasija de tapa verde, cerrada herméticamente por la fuerza del amor que le puso su madre, al parecer garantizando que el almuerzo de lentejas, arroz, huevo frito y un pedacito de papa, no se fuera a regar y, lo mas amado por ella, no pudiera alimentarse. Su cometido dio resultado, pero no se imaginó que tal combinación, añadida al calor que se produce por tenerlo por casi cinco horas y media, generó la descomposición. Levanté la tapa, lo lleve de manera prudente hasta mi nariz, y de manera disimulada, lo cerré. Olía mal, no quise que ni él se diera cuenta de tan mala suerte. No escatime esfuerzos en ir rápidamente al mostrador de la cafetería y pedirle a la señora que nos sirviera un almuerzo. Teníamos menos de media hora para almorzar. Era descanso de medio día, la mayoría almuerzan en el restaurante escolar, otros traen su almuerzo en “loncheras” y vasijas. La sopa del día era de pastas, estaba deliciosa, caliente y devolvía al alma aquello que con el transcurrir del día entre salón y salón de desgasta: la energía, no la del espíritu, sino la de movilidad, ese algo indefinible pero narrable en cuanto a su manifestación, volvía al cuerpo cucharada por cucharada. Él no quiso almorzar, prefirió el juego. Lo dejé, pues sabía que al llegar a casa iba a almorzar.

El viaje al descanso diario se daba en moto, él en medio de mí y de mi compañera que nos abandonaba en treinta minutos. Siempre dormía en el trayecto de lo más extremo del sur de la ciudad al norte donde se encontraba nuestra casa. Ya llegando, solos en la moto, se dormía. Yo luchaba porque no durmiera, a veces tenía que parar para moverle su carita de lado a lado y así evitar que se cayera. Esto no es los más profundo de la lucha de sobrevivencia en este país subdesarrollado, pero creo se clasifica por allá en ese tema de la desigualdad.

Que decir de las mañanas, donde me tocaba ponerle un plástico encima cuando llovía, llevarlo delante de tan peligroso aparato y emprender un viaje de 35 minutos al sur. No se daba cuenta, era lo mejor para él. Me pude dar cuenta de eso porque pasados ocho años, lo primero que me pidió al llegar de España, fue que lo llevara en la parte delantera de la moto. Ya no cabía, era muy grande.

En algún momento pensé que esta historia era difícil, cuando por allí escuche a la madre del pesista colombiano Diego Salazar, que compitió en los juegos olímpicos de Beijín 2008, al obtener la medalla de plata que mientras ellos se comían doce huevos en el desayuno, aquí los doce integrantes su familia se comían un huevo. Peor aún la historia de una familia Colombiana en Ciudad Bolivar en Bogotá, cuya madre les daba de desayuno a sus hijos agua de panela espesada con pedazos de cartón.

Bueno, todo esto ocurría pero realmente lo consideraba como un mejor momento mi único aliciente era “he estado en peores”. Muchas veces extrañé la comida colectiva de todos los días cuanto estaba niño, mi madre se iba a trabajar, recuerdo que mi papá también. Mi hermana calentaba el arroz de la olla, le picaba tomate y cada uno tomaba su cuchara y comía lo necesario, sin quitarle al otro. Parecíamos cachorros de una misma manada. Será por eso que al pronunciar arroz con tomate se me hace agua la boca. En esa época disfrutábamos de vivir en comodato de escuelas, no arriendo, no servicios, no teléfono, solo comida y educación, y que más que vivir en la propia escuela donde estudiabas.

Todo esto pulió mi comportamiento, generó en mi la cultura del trabajo, mis padres trabajaban duro por nuestra educación. Fueron tiempos difíciles. Bueno, en algún momento de mi inicio de madurez, me faltaron padres, pero sentí que eran los límites de sus racionalidades, no así su experiencia.

Inicie a trabajar en lo que hoy llaman colegios de garaje. La inequidad social y al mismo tiempo la benevolencia de las personas, fueron puntos en contra y a favor de mi inicio en la educación. Aceptar laborar allí por un poco más de un salario a sabiendas de lo insuficiente que era. Hoy por hoy diría que fue toda una odisea. Bueno, mi compromiso no era sólo con el analfabetismo, era con la enseñanza de las matemáticas, a ellos y ellas no les podía pasar los mismo que a mí, iban a tener un buen dictador de clases. Ya no es lo mismo, eduque y me educaron y mis concepciones y creencias han cambiado[1].


[1] De esto Pérez Juárez (2001) comenta “… nuestras formas anquilosadas de acercarnos a la realidad; nuestra ceguera para ver más allá de lo que nuestros ojos ven; nuestra carencia de habilidad para analizar, sintetizar, interpretar, relacionar, anticipar, etc. Sólo nuestra praxis pedagógica, nuestro quehacer teórico-práctico (reflexión crítica y retorno a la acción) puede ayudarnos a salvar lenta pero seguramente, estos obstáculos. Sin embargo, la tarea a realizar por profesores y alumnos sigue y seguirá siendo investigar para conocer, para hacer ciencia, para transformar a sí mismos y a su realidad.

Fenómeno de la Magdonalización.

“El problema del conocimiento de la naturaleza
no se puede disociar de la naturaleza del conocimiento”.

E. Morin

¡Compañera, aproveche estos veinte minutos de descanso que le quedan, ¿Por qué mientras comes corriges evaluaciones y cuadernos?, descanse compañera, descanse!
Mi saludo matutino a mi par académico Liliana Leyton.

Cuando llego, la veo a ella inclinada sobre evaluaciones y cuadernos. Faltando quince minutos para las siete de la mañana cada uno espera el timbre para ir al momento de reflexión. He llegado al colmo del descaro y decirle que por esos minutos que llega temprano no le pagan y que por favor los descanse. Cierto día llegó contando que tenía la hemoglobina baja. Todos la molestamos y estamos pendientes de que coma bien. Su papá le arregla el almuerzo, que es almuerzo del día anterior porque “que hartera almorzar en ese restaurante con tanta bulla, caro y a veces no hacen sopita” decimos todos. Relájese compañera, almuerce tranquila que esas muchachas no se van a matar porque llegue usted tarde, pero lo peor es que sí. Llega uno y algo ha pasado: la coordinadora vio el salón solo, a la Rectora le dio por ver al personal llegar a los salones, se perdió un celular, entre miles y miles de cosas que hacen este que este fenómeno “macdonálico” se arraigue en nuestras vidas.

A la hora del almuerzo, recuerdo algunas veces aquel evento del recipiente de tapa verde. Por cosas de la vida, de ese mundo social y compromiso de sujeto consciente de modelador del mundo de la vida, sujeto que “reconoce sus límites no para quedarse en ellos sino para superarlos”[1], he tomado tanto que he cambiado, pero sigo llevando el almuerzo, saco los minutos para degustarlo, aunque no falta el padre de familia que te necesita, que se asoma a la puerta de la sala de profesores y con un gesto te dice que le urge hablar contigo y que cuenta con poco tiempo, pues este fenómeno de la macdonalización, también le afecta, hasta el punto de no poder atender las citas de sus hijos en los momentos indicados, bueno, no creo que sea la única razón. Pienso ahora que puede ser la idea de que si estuviéramos en el restaurante, así traigamos el almuerzo, esa persona no se asomaría. Es el lugar el que condiciona las formas de actuar, formas que son adquiridas por aquello de los comportamientos innatos, por la genoteca social e individual. Pienso que tendría toda una explicación desde los comportamientos biológicos sociales, desde “un nuevo campo en las ciencias biológicas, el de las relaciones entre los seres vivos y los medios en que viven” (Haeckel 1886) [2] .

Cabe pensar ahora ¿cómo este fenómeno de la magdonalización está afectando el proceso educativo en Colombia? ¿Son conscientes los individuos de esta Comunidad Educativa de las consecuencias del mundo globalizante y sus efectos en el comportamiento social del individuo?

El primer paso para replantear y cambiar el curso de esta situación, es reconocer que está sucediendo y buscar alternativas de solución glocal que permitan en diferentes aspectos, un cambio, no de manera inmediata, sino gradual. Todo esto “permite un salto fundamental en la toma de conciencia y una verdadera emergencia conceptual que “integra y supera las nociones de medio, entorno y Umwelt” (Morin 1980:17).
[1] Tomado de: GARCÍA, Luz Elena, Doc. UCM 2004, Lecturas de Apoyo, Humanismo Semestre VII pág. 83
[2] http://descargas.cervantesvirtual.com/servlet/SirveObras/35726842214793940722202/007322_2.pdf, pag.55

¿Qué visiones del mundo le estamos ofreciendo a nuestros estudiantes?

¿Me interesa o me ocupo por lo inmediato, lo urgente o lo fundamental?
Mercantilista-Utilitarista-Pragmático
Tecnológicamente muy ricos, humanamente muy pobres.


“Todos los días mi hermana dice que se va a vender su cuerpo,
lo más curioso es que al día siguiente ella vuelve con él”[1].

El relato cuenta la historia de un señor que estaba en una cafetería, tomándose un café, mirando algunos documentos en su computador portátil. Un niño entra a pedirle algo de comer. En su diálogo con el niño le pregunto acerca de sus hermanos y entre explicaciones le contesto de esa manera.

La lectura invita a reflexionar acerca del mundo que vivimos y el mundo que viven otros. Crea un momento interminable de pensamiento acerca de la indiferencia, de estar en “diferencia con la indiferencia”, además de la mirada a los otros a través de la pantalla, de la Telépolis.

El peor pecado hacia nuestros semejantes no es odiarlos,
sino tratarlos con indiferencia; esto es la esencia de la humanidad
William Shakespeare
Pero esta reacción cognitiva acerca hay que aterrizarla a los ambientes educativos, ¿Qué mundo están llevando los maestros a los momentos de encuentro con sus estudiantes?

Definitivamente la formación del maestro determina las características de su diálogo, de su dialéctica con sus estudiantes. Sería muy amplio hablar de todos los maestros en cuanto a su área de conocimientos se refiere, por eso enfocaré mi reflexión en las matemáticas y sistemas computacionales (comunicación tecnológica).

El comportamiento del maestro debe estar totalmente alejado de la inercia mental, del anquilosamiento de conocimiento, de tener veinte años enseñando, uno repetido veinte veces[2]. El momento actual de la humanidad, el proceso de globalización, el de la vida sin fronteras comunicacionales pero si de humanos, lleva al maestro docente a pensarse su papel determinante en la educación y su manera de ver y hacer vida.

Al compartir espacios educativos y orientar la exploración de un conocimiento, el maestro debe conocer la manera como se comportan sus estudiantes, la forma de vida que llevan, su entorno familiar, sus formas de ver el mundo, su registro escolar años anteriores, sus comportamientos sociales, su constructo de vida[3], teniendo en cuenta que la escuela es, en primera instancia un lugar de socialización, de vida social. Para muestra de esto, cierto día se notó como algunos estudiantes aumentaron su nivel de agresividad en juegos del descanso y hasta en clases. La respuesta a esto estuvo en la influencia que estaban teniendo a través de la televisión con un programa, al parecer infantil, llamado Los Power Rangers. Esta situación requirió que los maestros de ese entonces se tomaran la tarea de ver estos programas, no para incorporarlos a sus estilos de vida, sino para tener una imagen clara de lo que sus estudiantes están viviendo, de

…la manera como los medios de comunicación (mass media), la cultura de la imagen y su solapada intención mercantilista-utilitarista,

condiciona el comportamiento social del educando (de toda la sociedad, basta ver como en Colombia la novela “Los Reyes”, influyo notablemente el lenguaje cotidiano a tal nivel que sin, distinción social, se incorporaban frases frecuentes de su personaje Edilberto Reyes tales como “péguele”, para indicar a otra persona que coma lo que le está ofreciendo).

Se adicionan a estos fenómenos de forma y tiempo, el de las nuevas tecnologías y la manera como están afectando el ambiente educativo. Inicio por declarar que el tiempo para los adolescentes (hablo de este rango de edad para no extenderme) está siendo escaso a la hora de permanecer frente al computador. La consecuencias de este desarrollo del subdesarrollo están siendo contrarias al propósito de un AVANCE tecnológico, puesto que el comportamiento que están asumiendo frente a esto es el de total absorción: llegan emocionalmente afectados por descansar poco, afectivamente condicionados por no poder haberse comunicado de inmediato con su “ser querido”, y desmotivados porque el ambiente escolar no presenta la velocidad y multimedia que les ofrece el mundo del celular, X-Box, Internet y vaya a pensar uno en lo teledildónico y hasta los aparatos que podría ahora pensar como DeseosMatron, que saciaría cualquier deseo fruto del comportamiento biológico del ser humano. Bueno, no menciono aquí la problemática que generan las nuevas formas Bio-Corporales de la imagen de la mujer en cuanto a cuerpos esculturales se refiere.

El mundo que un maestro debe llevar a un espacio de formación es el mundo de la vida, abierto, prudente y no solapado ni hipócrita; no sólo con la idea capitalista de elaboración en masa de objetos-sujetos aptos laboralmente sino sujetos de conciencia global actuar glocal comprometidos, concientes y reflexivos de su compromiso universal con la raza humana, con lo eco-social.
[1] Tomado de reflexiones, Humanismo VI Semestre Lic. Matemáticas, Universidad Católica de Manizales.
[2] Proverbio japonés.
[3] (Mayhew y Edwards, 1966, pág. 41) El niño también lleva consigo intereses y actividades de su hogar y del entorno en que vive y al maestro le incumbe la tarea de utilizar esta “materia prima” orientando las actividades hacia “resultados positivos”

jueves, 5 de marzo de 2009

“El virtualismo insensato en que vivimos”.

Mi reacción crítico reflexiva.

No se puede negar que al releer el texto se siente que los músculos de las entrañas se apretaban tratando de sostener el aire de los pulmones para que, al igual que cibernauta de la lectura, no salgan de los ojos ninguna muestra de dolor o por lo menos reacción humana que, a juzgar por la actualidad, desea ser negada, pues estamos en un mundo de pseudo-sensibilidad.

No todos nos regalamos unos minutos para pensar en el tiempo que pasamos frente aun ordenador, tratando de encerrar toda la realidad en un monitor, o esperando sentir la caricia de una persona o consuelo del ser amado. Nos sentimos los dueños del mundo y hasta nos maravillamos con los “alcances de la internet” hasta el punto de entrar en una sensación de solipsismo, nos creemos los dueños del mundo y hasta los exteriores con su comercio nos venden la idea de que al estar en tal servicio, “seremos dueños del mundo desde nuestra casa”.

Si tuviéramos la oportunidad de observarnos y analizar todos los movimientos, gestos, acciones, reacciones y todo lo que genera estar frente a un computador, podríamos observar como nos reímos frente aun chiste organizado en Power Point, una imagen jocosa en formato Jpeg., un video asombroso en Windows Media, una página interesante en la WWW, un noticiero en pleno en la red y cómo olvidar el mundo extremo del chat como el MSN, donde puedes escribir desde un simple “Hola cómo estás” y recibir de vuelta de manera instantánea “Bien y vos que haces” mientras la observas por cámara Web (como si fuera remota la respuesta que lo que hace es estar en chat todo el día) nos daríamos cuenta de la manera como nos comportamos y cambiamos con la influencia de este “medio de comunicación”, por así llamarlo.

Después de esto, no me sorprende la idea de la realidad virtual holográfica en el hogar donde simplemente enciendes tu computadora, ubicas los emisores de rayos holográficos en algún lugar estratégico de tu casa e inicias la simulación virtual de tus seres queridos, del ambiente que deseas y de las sensaciones que quieres, sin necesidad de una pantalla. O el teléfono Incorporado, encarnado en alguna parte de tu oído, que te permite comunicación constante con los demás, cuando en casa no estas; los lentes de contacto WWW que te permiten tener el Internet mas cerca de tu cerebro, diseñados con la nanotecnología de punta y finalmente el robot autoprogramable capaz de sentir donde, su CPU es el cerebro humano conectado a millones de nanoaparatos que permiten un ser biotecnológico humanoide.

Poco a poco nos acercamos al potenciamiento de las tecnologías, de la comodidad modernoide y asumimos como espectadores el desarrollo deterioro social, la insesibilidad, la perversidad y hedonismo humano que va como paralela al mundo de los avances tecnológicos y que en algún momento van a converger.

Esta realidad virtual implica una realidad real: acceso a la información, dejando a un lado poco a poco la deliciosa visita a la biblioteca; escribir una carta, cerrar el sobre, viajar al sitio de recepción, el sello postal y finalmente el placer de recibirla a cambio del tecnológico sonido y espectacular ventanita saliendo de la esquina de la pantalla indicando que tienes un nuevo mensaje en tu correo; la consulta del diccionario físico, el placer de pasar sus hojas buscando rápidamente la palabra por el orden alfabético de letra en letra a cambio de un simple resaltar con el mouse, clic derecho y seleccionar definición, entre otras. Es evidente como el dinamismo físico, intelectual y espiritual del ser humano se va deteriorando debido a los avances tecnológicos, este es el precio que hay que pagar para que las cosas se realicen en menos tiempo, a mucha velocidad y a bajo costo.


“Estamos en la sociedad del conocimiento y algunos grandes avances, nuevos inventos y descubrimientos progresarán exponencialmente. Las universidades más prestigiosas como el MIT (Technology Review) ya identifican "lo último" y más nuevo en tecnología e investigación.
La biología (biotecnología), nanotecnología e infotecnología tienen y tendrán un protagonismo importante en los últimos progresos y adelantos alcanzados. En pocos años, la innovación tecnológica puede hacer posible hasta una segunda revolución industrial con la construcción de nanomáquinas. Las presentamos las novedades científicas más importantes a nuestros usuarios, desde la mecatrónica a las redes de sensores:

Las diez tecnologías avanzadas que cambiarán el mundo (según el MIT)

-Redes de sensores sin cables (Wireless Sensor Networks)
-Ingeniería inyectable de tejidos (Injectable Tissue Engineering)
-Nano-células solares (Nano Solar Cells)
-Mecatrónica (Mechatronics)
-Sistemas informáticos Grid (Grid Computing)
-Imágenes moleculares (Molecular Imaging)
-Litografía Nano-impresión (Nanoimprint Lithography)
-Software fiable (Software Assurance)
-Glucomicas (Glycomics)
-Criptografía Quantum (Quantum Cryptography).”[1]


La pregunta es, ¿de qué manera se está beneficiando la sociedad con los avances tecnológicos y como aporta a la consecución de la igualdad social?
[1] http://www.euroresidentes.com/futuro/avances_previsibles.htm

El amor en los tiempos del banano.

Eran como las doce del medio día, un domingo de esos en los que compartes con tu pareja. De televisión y película pirata (pirata o no, se debe de tener una reacción critico reflexiva de ella). De manera repentina ella me pidió un banano. Momentos antes me había levantado temprano a hacer mercado (es así como le llamamos en nuestra bella Colombia a los víveres para el mes). En la mesa, sobre un plato pando, de cristal sencillo y adornado con flores blancas pintadas, digno de mi desagrado, reposaban unos cuantos bananos entre algunas granadillas, algunos pintones y otros maduros. Ella, un poco confundida por el día y melancólica por esas cosas de mujeres que al parecer sólo entienden seres de este género, me pidió un banano. ¿Un banano solo? Le pregunté. Ella respondió “si, así solito”. Bien, le dije. Tardé un poco, escogí uno que habíamos guardado en la nevera, ya que estaba muy maduro y listo para comer. Sin intención de impresionar y con la sinceridad de la que puede dar fe mi futuro asombro, pele el banano, lo partí en rodajitas, lo dispuse en un plato pequeño, lo adorné con medallones de fresa fresca dispuestas a su alrededor; raye un poco de fresa encima de las rodajitas de la fruta en mención, para luego poner puntos de crema de leche en cada rodaja y un poco de leche condensada en el arrume de fruta. Sin previo aviso le lleve tan suculento plato. Su asombro fue inenarrable, de un solo salto su cuerpo ocupo la forma de sentado, recostó su tronco al espaldar de la cama e inicio el maravilloso evento de degustar de lo que ella imaginaba iba a ser un simple banano. No pasaron un par de minutos para verla salir disparada de esa cama, con sus manos en el rostro, como escondiéndose de mi. No me imaginaba lo ocurrido, ni por la curvas más profundas de los surcos de mi cerebro me pasó la respuesta a tan inusitada reacción: lloraba porque había recibido de mi un banano en otra forma, un banano resultado del afecto, cariño y comprensión, un banano diferente. ¿Qué te paso mi amor, qué hice de mal? Nada mi amor, -dijo ella- nada, simplemente que nadie en mi vida me había dado un banano así, no me esperaba eso.

Me quedé perplejo, no imagine que tan normal acto iba a tener tan estruendosa reacción, esa mixtura de sentimientos desbordados más que por el banano, por el afecto que en el se sentía. Yo no lo podía creer, su capacidad de asombro y agrado por lo detalles, que para mí son sencillos, para ella eran maravillosos. De todo esto me surge una pregunta: ¿Cómo estoy viviendo mi mundo y cómo lo viven los demás? ¿Qué lectura hacen ellos de mi comportamiento y qué lectura yo?

En estos días de ideas mercantilistas y subdesarrollo, y digo días porque al parecer en esta elevada y poco aterrizada idea de la manera como reaccionamos al momento actual de la humanidad, en los que hablamos de mujer, aún creemos que es de un día y, pues es así como mejor lo hacemos: en un día las ponemos en el cielo y las elevamos tan alto tan alto que al llegar al suelo ni siquiera se golpean porque ni suelo hay. Este es el día de la mujer, el de la fracturante idea de creer, en estos tiempos de pensamiento global, que aún esto es cierto. Nos quedamos en el sueño que produce un cuento de cuna y a la hora de soñar reaccionamos dormidos en el maravilloso mundo de lo onírico.

No más historias de cuna ni cuentos de hadas para esta sociedad ignorante de inmadurez mental, es hora de realidades potenciales, de presente potencial, no más niños del futuro ni días de las brujitas, EDUQUEMOS A NUESTRAS GENERACIONES CON IDEAS DE RELEVO Y CON LA MENTALIDAD DE PENSAMIENTO UNIVERSAL Y ACTUAR DE ENTORNO, ACTUAR LOCAL. Que este momento sea de reflexión y movilización de pensamiento frente a las anquilosadas ideas de vivir el amor y sus reacciones humanas.

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